viernes, 27 de julio de 2012

Introducción de mis Pepispecias


Mi madre se ha ido de casa. Fue cuando estábamos viendo uno de esos anuncios de apadrina un niño. He de confesar que cuando todo el mundo estaba con la moda de los Tamagotchi yo decidí dar un paso más allá en el realismo del juego y acabé apadrinando niños africanos, para alimentarlos y cuidarlos a distancia. Lo cual me recuerda que algún día tengo que superar mi miedo, veréis en el Tamagotchi cuando al animalejo ese no le dabais de comer mutaba a una especie de monstruo con patas, he de confesar que a mis niños los dejé un poco de lado cuando la moda pasajera cayó en el olvido así que tengo miedo de ver en qué horrible criatura se han convertido, por las noches invaden mi mente horribles formas de minivoldemorts mezcladas con la cara de Belén Esteban.

Y así de repente, mi matriarca saltó del sofá y fue corriendo al ala oeste de la casa a hacer las maletas. Bueno a quién quiero engañar, mandó a Jeffry que por favor le empaquetase todas sus pertenencias enseguida. Mientras tanto nuestra madre nos aleccionó con que debíamos tratar mejor a los más desfavorecidos antes de que Rosalina la interrumpiese para pedirle si por favor podía coger la tarde libre ya que su hijo estaba ingresado en el hospital con lo que probablemente sería apendicitis y ella le dijese que el apéndice era totalmente prescindible y que no veía la necesidad de que dejase de limpiar la plata por una chiquillada.

Cuando tuvo todo listo cargó el carruaje con las maletas (porque hay cosas que nunca pasan de moda) y se fue directa al aeropuerto.  

Para mí, mi madre siempre ha sido un icono de lo que yo seré un gran día. No es que yo me viese despiojando a niños en la sabana africana. Yo soy más de mandarles un champú y una estampita de la virgen. Mi madre me lo había enseñado todo, hasta que juntas conseguimos convertirme en este híbrido de supermujer que soy.

Mi nuevo terapeuta -al anterior lo despedí por obligarme a aceptar a Letizia Ortiz como princesa, pero me niego, yo no tengo a una princesa con faltas de ortografía en su nombre- me recomendó escribir un Blog, este Blog. En él vaciaría mi alma, casta y pura, para llenar en mi corazón la ausencia de mi madre. Ya sé que ella en África no podrá seguir mis aventuras por internet, aunque quién sabe, el Wifi es como Dios, está en todas partes. Así que mamá si algún día te encuentras a Anjelina Jolie haciendo castings de futuros hijos, en los que se enzarzan en una lucha por la supervivencia al más puro estilo de Los Juegos del Hambre, por favor dile que me siga en Twitter.


Y si de paso puedo convencer a algún lector para que siga mi mismo camino de corrección en la vida pues mejor que mejor.

¿Y quién soy yo? Pues muy fácil, yo soy la Pepis. 


2 comentarios:

  1. pepis, adoro tu blog
    las risas que me echo no son pocas, y desde luego disfruto con la educacion que impartes xD
    todos los dias entro a ver si has puesto algo nuevo :)
    animo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias corazón! Espero no defraudarte. Cualquier cosa manda las quejas al Vaticano, segunda puerta a la derecha.

      Eliminar