-Pepis, que… que… ¡Ay! ¡Que Pablo me
ha dejado!
-¿Pablo? ¿Y quién diablos es Pablo?
–Me sorprendí diciendo cual anuncio de mahonesa.
-¡Mi novio desde hace dos años!
No es que no quiera a mis amigas, pero
sinceramente su vida me importa más bien poco. Y no me malinterpretéis, si
tienen un problema yo estaré allí la primera, pero me resulta demasiado
complicado memorizar todas sus vidas junto con el uso de cada uno de los 40 tenedores
del comedor, todos los tipos de blanco que hay (roto, crudo, hueso, pelo de la
duquesa de Alba) y la discografía de Manu Tenorio.
-Pues Maca, vente ahora mismo. Voy
sacando el helado del congelador.
En media hora ya estaba timbrando a la
puerta con un chándal de terciopelo rosa, los ojos hinchados, la nariz con
moquillo y los labios cortados, que ni Lindsay Lohan de resaca. Le mandé pasar
rápidamente, y nos pusimos el pijama, lo cual fue un verdadero favor a su
dignidad. Era temprano pero el pijama es como el suero de la verdad para una
mujer. Quizás sea por sus dibujos infantiles e inocentes que te hacen confesar.
Como si Winnie The Pooh se fuera a echar a llorar si mientes llevando su
camiseta.
-Dime Maca, cariño, ¿por qué habéis
roto?
-La verdad es que no lo sé. Yo volvía
de clase de ofimática cuando me lo encontré en la puerta de mi casa, me dijo
un par de frases de manual y me dejó.
Cuando Maca dice “frases de manual”
habla de esas expresiones que se extendieron por el mundo, posiblemente
extraídas de un papiro o del reverso de la carta de navegación de Cristobal
Colón cuando se perdió yendo a las Indias. Algunos ejemplos son:
- No eres tú, soy yo (que lo puede decir tu novio o unas gemelas mirando una foto)
- Necesito un tiempo (pues toma todo el del mundo hasta que te mueras)
- Sé que nunca encontraré a nadie como tú. (Entonces ¿por qué me dejas pedazo de zopenco?)
- No sé hacerte feliz (¿Eso lo tendré que decir yo no?)
- Siempre podemos ser amigos (Claro, de esos amigos que dicen las madres que se tiran por un puente)
Y demás construcciones fonéticas que
deberían ser ilegales. Pablo le había hecho un 343 de manual: un mutis por el
foro. Posiblemente se había agenciado a otra, que cuando viene el verano las
chicas se ponen muy frescas. Pero yo ¿qué iba a hacer? No podía hundir más en
el pozo a la pobre de Maca así que le dije una frase de la filosofía actual:
-Mira, si lo quieres deja que vuele,
que se vaya lejos. Y si vuelve ese amor es tuyo, y si no vuelve nunca fue tuyo,
sigue mi sabio consejo.
-Eso es de Daddy Yankee.
-Anda anda, no digas tonterías –me
había pillado por completo- lo que digo es que hay más peces en el mar.
Mierda, ahora era yo la que estaba
usando frases de manual para consolar a una amiga. Y esas son:
- Hay más peces en el mar (sí, pero toca a 11 mujeres por cada hombre, y si ya restamos a los gays debe haber 50 para cada varón)
- No te merecía (Hombre, tú tampoco eres una joya)
- Menudo gilipollas, a mí nunca me ha gustado (Y rezas para que no vuelvan, no vayas a quedar después de falsa).
- En dos semanas ya estáis juntos (esta es para cuando la ves muy mal y quieres alimentar sus falsas esperanzas, que oye, a lo mejor aciertas y todo, pero es muy comodín. Además siempre se dice dos semanas, ni una ni tres, por el real convenio de las frases de manual 7657289-h, que aprovechó Franco para firmar en La Haya)
-Bueno, a lo mejor era lo que tenía
que pasar.
Bien, había llegado a la fase 4:
aceptación, y con un poco de suerte me daba tiempo a ver los primero gallos de “Dando
la nota”. Pero todas mis esperanzas se desvanecieron cuando le ofrecí un vaso
de agua y ella me dijo: “-Pablo también bebía agua!”, y observé atónita como
regresaba a su espiral de llanto y autocompasión. Así que no me quedó más
remedio que secarle las lágrimas con un pañuelo empapado en cloroformo y dejarla
en cama dormidita mientras yo me iba al salón. Lo que sea por mi Jaime
Cantizano.
Nadie comenta, soy la primera! Bueno, muy bonito el blog.
ResponderEliminarEs que impongo mucho.Muchas gracias valiente.
EliminarPepis, etes absolutamente genial.Estarás acostumbrada a que te lo digan pero enserio me encanta tu estilo de "las cosa, como Dios las manda" y a la vez tu modestia no-fingida. Unbeso.
ResponderEliminarBueno, bueno, no estoy tan acostumbrada como parece. Te doy permiso para que me recuerdes lo maravillosa que soy cuantas veces quieras. Gracias Anónimo, que últimamente me comentas mucho ;)
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