Me alojé en un templo Maya a pie de playa muy cuqui pero poco higiénico, tomábamos el desayuno en la mesa de los sacrificios. Y no, a pesar de que la busqué por todas partes no encontré a la famosa abeja, pero curiosamente eso estaba llena de Doras las Exploradoras aunque con estos tiempos de crisis estaban todas pluriempleadas: Dora explora la cocina, Dora explora la recepción, Dora explora el baño…
También aproveché a pasarme por la centralita de Orange que yo por teléfono no me aclaro nada bien y necesito que me expliquen mi tarifa Ardilla.
Desde el aeropuerto no he vuelto a ver a Rosalina, creo que se me ha escapado y no tengo manera de reconocerla por la calle, los panchitos son como los chinos, conoces a uno y conoces a todos. He gritado su nombre desesperada pero se han girado unas veinte personas a la vez, todas descendientes de Pocahontas. Me ha sentado un poco mal lo de Rosalina ya que no sé porque tiene que huir para buscar a su familia teniendo esas maravillosas ofertas para llamar al extranjero en los locutorios de Madrid.
Creo que el taxista me dio un poco de vuelta porque me llevó por el puente de Brooklyn, desde que les robamos todo el oro lo quieren recuperar con cuentagotas. Cuánto daño, nos guardan demasiado rencor.
Nada más deshacer mis seis maletas de equipaje me puse unas mallas para empaparme de su cultura y salí escopeteada a la playa.
Dando un paseo por la arena vi a dos inocentes niños construir un hermoso castillo con sus torreones y sus almenas. Se lo pisoteé, claro está, yo lo de construir sin licencia no lo permito. Mi pié chocó contra una fría roca. La desenterré de la arena y sorprendida me encontré con el calendario Maya 2013, lo cual me viene muy bien porque este año con esto del rollo del fin del mundo Carnicería Loli había dejado de fabricarlos.
Con unas hojas de palmera hice un par de sujetadores para aquellas pobretonas que no se podían permitir la parte de arriba del bikini. ¡Hay que ver cómo ha afectado la crisis.! Varias me dijeron que estaban haciendo topless pero yo le expliqué que si un hombre puede beber leche gratis no va a comprar la vaca.
Aquí están de moda los fardahuevos, invento de Satanás. El problema es que los hombres de aquí sólo se parecen a los de Pasión de Gavilanes en que me miran y me desnudan (con la imaginación claro!).
Con unas hojas de palmera hice un par de sujetadores para aquellas pobretonas que no se podían permitir la parte de arriba del bikini. ¡Hay que ver cómo ha afectado la crisis.! Varias me dijeron que estaban haciendo topless pero yo le expliqué que si un hombre puede beber leche gratis no va a comprar la vaca.
Aquí están de moda los fardahuevos, invento de Satanás. El problema es que los hombres de aquí sólo se parecen a los de Pasión de Gavilanes en que me miran y me desnudan (con la imaginación claro!).
Como ya habían pasado las cinco horas de digestión tras desayunar mi uva y mi cucharadita de aceite (virgen extra, como yo!) decidí darme un chapuzón.
Estaba felizmente en el agua cuando empezaron a gritar “Barriguda, barriguda!” y yo les dije amablemente:
-Uy pero bueno! A que voy para ahí a rajaros la cara!? Eh!?
Pero me destaponé el agüita que se me había metido en el oído y pude comprenderlo: estaban alertándome de una barracuda que había en el agua. Acto seguido le dediqué a Dios una Salve Rociera y el abrió los cielos y descendió el espíritu santo en forma de paloma.
La paloma y la barracuda se enzarzaron en un combate a muerte. No había presenciado semejante lucha entre un ave y una bestia desde que abrí la cámara secreta con Harry Potter.
El Espíritu Santo aprovechó la ramita de olivo para dejar K.O a ese bicho provocándole un fuerte traumatismo craneoencefálico. Causa de la muerte: golpe de gracia.
El Espíritu Santo aprovechó la ramita de olivo para dejar K.O a ese bicho provocándole un fuerte traumatismo craneoencefálico. Causa de la muerte: golpe de gracia.
La barracuda me cayó en mi precioso cabello y agarrándola bien fuerte por la cola empecé a agitarla por encima de mi cabeza haciendo señas para que me recogiesen ya que la corriente me había arrastrado mar adentro, como la película de Javier Bardem.
Pero mi público lejos de venir a por mi empezaron a bailar batucadas y a aplaudir. Así que me tuve que montar en el cayuco de la canción de Chambao que pasaba por allí.
Mi improvisado transporte hacía escala en España así que decidir ya volver con ellos. Estaba triste porque había perdido a Rosalina pero tenía la perfecta solución. Me dirigí a una muchacha poco agraciada y le dije:
-¿Cómo te llamas muchacha?
-Frida Kahlo-me contestó.
-Bueno pues tú ahora trabajarás para mi y te llamarás Rosalina. Y soy tan generosa que te voy a pagar la primera consulta de Corporación Dermoestética para quitarte ese entrecejo tan peludo y poco femenino que no te ayudará conquistar a ningún hombre.
XOXO La Pepis.
AHH por favor sigue haciendo estas historias que me encanta leerlas!! :)
ResponderEliminarNo sé cómo he llegado aquí pero me ha encantado.
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