Siempre me he considerado una persona muy humanitaria. Cuando
Dios otorga virtudes a alguien, lo mínimo que puede hacer es compartir su don con el populacho. Obviamente estoy hablando de mi belleza.
La semana pasada fue
el concurso de “Pequeña Miss Sunshine”, en el cual, sin ánimo de lucro, decidí participar para donar la cuantía de mi asegurado premio a ayudar a
los más desfavorecidos: los feos. Nunca en mi vida había hecho algo tan desinteresado por los demás desde que fui organizadora de fiestas. El fin
de ese dinero sería patrocinar la segunda temporada de “Cambio radical”. Pero
no como los que hacía Sor María con los niños robados, no. Cambio de aspecto.
Los preparativos para el espectáculo comenzaron un mes antes.
Un equipo de profesionales me asesoraron en todo momento. Tenía que ponerme a
dieta para rebajar 100 gramillos que me atormentaban. Mi desayuno consistía en una uva
de las de la suerte de Nochebuena. Para comer tenía bolitas de aire, mmm deliciosas! De postre un vaso de agua con doble de H2, pero sin nada de O, que me repite.
La merienda era leche con cacao de labios y de cena un Activia para expulsarlo
todo. A la semana ya había recuperado mi peso de bebé y mi objetivo estaba
cumplido: mi ombligo volvía a lucir hacia adentro.
Luego me dijeron que me tenían que depilar, pero yo por ahí
no pasaba. Ese no era ningún requisito para ser bella. Sólo hace falta ver a
Mireia Belmonte. La crema decolorante Andina era mi mejor amiga desde los 11
años y no la cambiaría por nada del mundo. ¡Vivan los bigotes rubios!
Para la prueba de talentos elegí interpretar una bonita
canción. Fui al albergue social donde ahora vive Nina tras el fracaso de OT y
la contraté para que me ayudara con mi voz. La canción sería aquella que compuse para una serie de televisión: Patito Feo.
"Nadie pasa de esta esquina
aquí mandan las divinas
porque somos gasolina
gasolina de verdad.
Nosotras bailamos bien you know?
dance, dance y mucho dance
lo que pide tu corazón
your heart, your heart, a tí te vamos a dar.
Las divinas, las divinas, brillan, brillan, como stars
fuera feas, fuera feas, para ustedes no hay lugar."
Después me copiaron el spanglish los de "Baby Crossfire". Ya arderán en el infierno.
Mis asesores me recomendaron lucir este vestido de Agatha Ruiz de la Prada que llevó en su momento España a Eurovisión para hundir al país por completo:
No me quedó más remedio que despedirlos a todos y contratar a
otro nuevo equipo de estilistas encabezado por Carmen Lomana. Ella me enseñó todo lo que sé de moda: el noble uso de las pezoneras, cómo caminar con tacones sin parecer un caballo, llevar un estampado militar digno de la guerra de las mil gestiones, evitar combinar el color de la sombra de ojos con el de la camiseta, (¡ojos rojos-rosas-azules nunca!), dónde echar los mejores polvos (en la frente y pómulos), usar la ropa sin quitarle la etiqueta y después devolverla, y lo que más me ayudó: donde comprar las braga-fajas más sexys, que harían ruborizarse a la propia Lindsay Lohan.
Llegó el gran día, las zorras de la competencia y yo nos
dirigimos a Abercrombie, que era donde iba a celebrarse la ansiada
gala. Lo primero que hice al llegar fue buscar mi camerino pero bajo mi sorpresa
no había. Después de rellenar varias hojas de reclamación tuve que afrontar mi
destino: Compartir habitación con mis rivales. Mi compañera era una niña feucha
a la que su familia le decía cosas muy raras como que lo que verdad importa
está en el interior. Rápidamente llamé a servicios sociales para que apartasen
a esa horrible gente de la pobre muchacha ya que con esos principios le iban a dar muchos palos en la vida y nunca llegaría a nada. Finalmente llegó la policía a detenerlos por no sé qué historia de un abuelo muerto en un maletero.
A las 21:00 se inauguraba la gala con la prueba del biquini.
Yo me negué a lucir ese dos piezas y me decanté por un bañador que me dejó la
Duquesa de Alba de sus tiempos mozos. Me hacía un culito impresionante. Delante
mía se coló una rubia de bote, una zorra con piel de cordero, pero como la
venganza es un plato que se sirve frío, esperé a que hubiésemos desfilado todas
y nos pusiéramos en fila para saludar al público cuando le metí la mano en la
teta, saqué el calcetín y grité zarandeándoselo a la cámara:
-Impostora! Impostora!
-Pepis, es la otra cámara- me susurró el cardo de Miss Murcia.
-Gracias–le contesté, y volví a exclamar-Impostora! Impostora! Es un
fraude!
Una niña me agarró por la espalda exclamando:
-Chicas, chicas paz y amor! Tenemos que apoyarnos todas las
concursantes!
Cuando me giré para
apartarle sus garras de mí caí en la cuenta de quién era:
-Tú no eres Ana Obregón?
-Sí diablilla, pero calla que tengo al jurado en el bosillo.
Al final la ganadora de la prueba de biquini fue Miss Barbie
Malibú, algo que me pareció injusto ya que ella siempre va en traje de baño y
jugaba con ventaja.
Después de media hora de descanso volvimos con la parte del
concurso de las entrevistas.
Emma García nos hacía las preguntas y una
voz salía indicando si eso era verdad o mentira. La tensión se mascaba en el
ambiente.
-¿Miss Narnia, si pudieras cambiar algo en el mundo que
sería?
-Yo cambiaría la orientación sexual de Jon Kortajarena.
Gran respuesta, difícil de superar.
-¿Cuál sería tu primera actividad para con los niños pobres?
-Los niños pobres, niños y niñas, de este precioso planeta,
deben de tener toda nuestra atención, de manera recíproca, del mismo modo a la
inversa, en este maravilloso ecosistema que se llama mundo.
El público enloqueció y aplaudía a rabiar. Esa zorra de Miss
Hannah Montana con su labia, ya la empujaría del escenario cuando se despistase.
Llegó mi turno.
-Miss Pepis, por qué crees que debes ganar este concurso?
-Bueno Emma, a no ser que el jurado sea de la ONCE, creo que
es bastante obvio, no?
-¿Cuál es tu color favorito?- me preguntó Emma.
Ya estaba la Emma con sus preguntas trampas.
-No, ¿mi color favorito?...Noooo, no tengo, no tengo, no tengo fav, ah, eh, como el...no tengo un color favorito, osea, el azul-contesté airosa.
-Otra pregunta más: ¿Si tuvieses que darle un consejo a
alguien, cuál sería?
Buff, pensé, esta me había pillado totalmente por sorpresa.
-Mmmm-dije- quizás sería a Jennifer López, para que dejase de
versionar sus canciones en Español.
Para terminar el concurso hicimos la prueba de talentos. Una
chica bastante mona se puso en el medio del escenario, se remangó el vestido y
empezó a sacar una guirnalda de Navidad del minimini. Era acróbata vaginal!
Evidentemente fue descalificada, eso ya está muy pasado de moda. Miss Atapuerca
hizo unas pinturas rupestres realmente bonitas.
Llego mi turno, no podía estar más nerviosa. Sentía los ojos
de media España fijados en mí (la otra media probablemente estaría viendo los toros en la 1 como Dios manda!). Ese era mi momento y nadie me lo arrebataría.
Arranqué a cantar mientras me movía entre mis rivales:
"Sea como sea, aquí no entran feas
pa, que lo veas, te voy a mostrar
mira esa fea, aquella otra fea aquí no pueden entrar. "
De pronto saltaron al escenario
David Bisbal, Melendi, Malú y Rosario Flores suplicándome que estuviese en su
equipo. El público no cabía en su gozo y empezó a piropearme alocadamente.
-¡Eso decídselo a los jueces! –les grité yo.
Pues ya estaba todo hecho, las cartas sobre las mesa.
Llamaron a todas las concursantes al escenario y nos pusimos
delante de la cámara listas para escuchar el veredicto. Miss Murcia no paraba
de guiñarle un ojo al jurado, la pobre no se daba cuenta de que las votaciones
estaban cerradas.
El primer premio de la noche fue para Miss Malibú que subió a
recoger su premio de Miss Biquini.
A continuación dieron a Miss Murcia el de Miss Simpatía.
Pobrecita, ese premio era como llamarte fea a la cara. La segunda dama de honor
fue Miss Hannah Montana y la primera Miss Narnia, pero como sospechosamente había ingresado por una indigestión estomacal, Miss Hannah Montana acabó con
los dos títulos.
Sólo quedaba el premio de “Pequeña Miss Sunshine”. Lo
presentía, tenía mi nombre escrito, estaba segurísima.
-Y la ganadora de “Pequeña Miss Sunshine” de este año es…….La
Pepis!!!!
Una lluvia de pétalos de rosas cayó del cielo. Confetis explotaban por todas partes. Corrí hacia mi ansiada corona.
-Pues la verdad es que no me lo esperaba! Ni siquiera tengo
un discurso preparado!-dije intentando memorizar el discurso que había
redactado la noche anterior.
Pero de pronto algo pasó, Sandra Bullock surgió de la nada e
intentó arrancarme la corona de mi delicada cabeza.
-Es una bomba!!-gritaba.- Es una bomba!!!
-Mira Sandra- le contesté yo- ¡así es como habrás engañado a
la chica de esa película pero no lo conseguirás conmigo!
Aprovechando el desconcierto, Miss Atapuerca se acercó a Miss
Murcia y arrancándole el ramo de las manos empezó a atizarla al grito de: "Este
premio es mío so guarra!!”. De la audiencia saltó Miss Narnia que
milagrosamente se había recuperado de su enfermedad y arrojándose a Miss Hannah
Montana empezó a tirarle de las extensiones. La desclasificada Ana Obregón
interrumpió en la sala y con los ojos llenos de rímel corrido preguntó a los
jueces si la hubiesen elegido si el pecho no le hubiese explotado en aquel avión.
Eso era un auténtico gallinero, para salvar la situación saltó
Paula Vázquez a escena y se puso a anunciar Tampones con Miss Murcia mordiéndole
el cuello a Miss Atapuerca a sus espaldas.
Fue un gran día, lo recuerdo con mucho cariño.
Y como os dije, lo prometido es deuda. Volverán a emitir Cambio
Radical. Tras ver la portada de su nuevo disco el primer concursante sería
Falete, lo dejaríamos tal que así, ¿qué os parece?
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